lunes, 15 de abril de 2019

Me he enamorado

Cómo solo un poeta podría hacerlo; entre la melancolía, la fantasía y el deseo me había enamorado yo. Hecha de magia tocando el cielo con las manos cada vez que poseo la dicha de palpar su piel, con el alma pintada en colores más allá de la ausencia y la mezcla de los mismos, eso era su sonrisa para mí.

Vine a aprender a mi edad que no se elige cuando pero si se puede esquivar el momento a la hora de amar, que del cielo viene todo lo que se pide pero que el problema radica en no saber pedir. He comprendido que cuando se ama el tiempo se detiene y vincula al corazón entre la rotación de sus manecillas como si acaso con ello se generará eternidad entre un tiempo que es absolutamente fugaz.

Me he enamorado y públicamente lo dejó escrito, vine a sentirlo por un ser tan liberal y atado que parece el más bendito de los pecados, un ser creado de piel, huesos, miedos y coraje.

Bendito el momento de hallarte pero imprecisa la fortuna de encontrarte entre los capítulos de la historia de alguien más.

Bajo sospecha la gente dudara pero bajo seguridad yo te confirmo hoy que quererte no es sin duda alguna la premura de saber que entre mortales también se goza de la belleza del Olimpo, si acaso un día decides romper tus políticas sociales de creer que se debe guardar el corazón y conformarse con la compañía, si acaso un día te desatas de una vida de modelos y dejas a la luz tu corazón infantil soñando así como yo que si se puede amar y ser feliz, búscame.

No viviremos de amor, pues de hambre también sufrirán nuestros cuerpos, no estaremos entre nubes y sonrisas siempre pues te aseguro que un día bajo miles de preguntas querrás incluso dejarme, pero en ese momento te daré las miles de razones por las que quiero me lleves a morir entre los años a tu lado.

Si por el contrario decides quedarte entre tus pautas y reglamentos civiles, yo te seguiré amando, pues no habrá más dicha para mi corazón que esta vida que ha brotado luego de entender que aunque falten centenares de días para mí muerte nunca mi alma ha brillado tanto. 

Yo seguiré sentada frente a mi café caliente, entendiendo un poco que aunque me siento entre tus manos hoy la decisión es mía, pues es tan puro y leal el amor que hoy por ti guardo que francamente desde la sombra no podría yo entregártelo, mi corazón debe llevar el consuelo de esperarte pero mi vida está decidida en que amor seguiré sintiendo y si acaso no vienes tú por el un día seguramente a manos de alguien más puede pasar pero mi vida estaría completa si fueras tú quien ahora se sacrificara por amarme a mi.

No siento estar mendigando amor, solo necesito hacer conciencia de todo esto y comprender que a veces se puede ser feliz en extremo y a veces tu felicidad se remonta a la grandeza de esperar que toda tu vida tu sonrisa perdure. 
SJCM

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