lunes, 24 de febrero de 2020

Me robe una rosa

Me robe una rosa del jardín y con ella se desprendió el roció entre mis dedos como cuando acariciando su cabello viaja su aroma entre mis manos.
Me robe una rosa del jardín y con ella su color fue cambiando como cuando entre entre muchos pesares una sonrisa desborda en llanto.
Pareciera que goza de las caricias del sol sobre su piel, ante la calidez extiende sus pétalos como brazos en espera de abrigo. 
Me robe una rosa pensando que con ello decoraria mi alma con el rojo vida de su esencia, pero el disfrute en si ha durado lo que el sol ha querido mientras deshidrata su ser. Me robe una rosa y entre un cerco de espinas mis dedos se han punzado, tan roja mi sangre como el prisma de sus labios.
La rosa que he robado quiere ser margarita y girasol también, me ha dicho ademas de sus deseos de ser un lirio y un lindo clavel, a veces se disfraza de tulipán pero prefiero verla vestida de narciso. Tiene tantos matices como pétalos de una flor de cerezo, sin embargo sigue siendo la rosa que yo he robado.
Parece que la acompaña el canto de las aves, baila con la brisa y su tallo parece que se mueve al compás de su propio vals.
Me robe una rosa que ya tenia dueño, creo que las rosas en ese jardín son regadas en un horario distinto a la mañana, que nutrirse solo de la tierra no ha bastado y a causa de ello fácilmente entre mis manos la rosa se arrojo. Gran delito ha sido cometer un robo en aquel jardín pero la osadía con que se jacta de su propio belleza me ha hecho ir hasta ella.
Me robe una rosa del jardín y yo creía que nadie lo había notado, pero vaya el incierto del destino y unos bribones me han visto, llevan a cuestas el silencio de mi pecado, no se reconoce entre ellos y yo quien posee mas culpa, por ahora gozo del silencio de quien ha servido como testigo pero me aqueja la incertidumbre de no conocer el propósito con el que calla.
A lo mejor con los días morirá mi rosa, se desprenderán sus pétalos y le dolerá tanto a ella como yo, a lo mejor sus espinas pierdan fuerza y dejen de lastimar, su aroma se ira entre la brisa que hoy la acaricia o tal vez con fuerza se quede entre tonos naranjas pálidos y mantenga su esencia encerrada entre las paginas de un libro, todo dependerá de que tanto le ame en vida a mi rosa.