jueves, 2 de diciembre de 2021

JODIDAMENTE IMPERFECTO

Tuve en ese momento la necesidad de apaciguar mis demonios, mis sombras sin un orden aparente de detuvieron, no lo comprende realmente pero mi mente se tranquilizo y no quiso colocar la doble cerradura que tenia mi corazón como arma de seguridad.

mis ojos no divisaban mas que siluetas envueltas en niebla, contorneaba las formas mas con determinación no las definía, mi olfato, mi gusto, mi oído y mi tacto, vaya mi tacto se agudizaron.

El aroma de aquel lugar se sentía dulzón, tenia unas gotas de roció de la mañana, era como de ese fresco aroma que desprende el prado luego de una lluvia a la madrugada, lograba percibir con mi olfato ese aroma a tu loción, unas sensaciones como el que de deprende un talco para bebes mezclado con una esencia fuerte como a madera mojada, como poder explicarte que todos eso olores en tu cuerpo tibio se desprenden cuando las hormonas agudizan mis sentidos.

Mi oído se agudizo en el silencio que la madrugada nos concedía, los pasos de una gato flaco se sentían sobre el tejado, las hojas de los arboles chocaban con el viento y entre las rendijas que quedan entre los vidrios mal pegados al marco de la ventana se sentía un silbido por la brisa que por allí se cuela, a un radio mas cercano al mío, mi oído sentía el roe de las sabanas contra la misma tela, escuchaba como mis dedos se deslizaban entre tu cabello, tu respiración llevaba el compas con mi frecuencia cardiaca, escuchaba el ligero entrar del aire por tu nariz y la salida de este por tu boca, mientras se acompañaba de un pequeño gemido gastado.

M gusto imaginativamente pensaba en el sabor de tu piel, el sabor que tan precisamente podia tener ese momento, ese momento de serenidad completa, un escape a la basura que acumula mi rutina, un momento para mi, uno marcado por la sensación fuerte y caliente, un momento tomado solo para respirar, como el momento en que se toma café a las seis de la tarde, cuando de todo quiero escapar, eso eras tu, mi café de seis de la tarde.

he esperado este momento para que en el papel quede impreso con lo que mi tacto se tatuó aquel día, mi piel en aquellas horas quería memorizarte, te grabo con los dedos, te tejía con los labios, incluso con el torpe tacto de mis pies, navegue a mis antojos sobre tu ser, hice dibujos imaginarios sobre cada trozo de tu cuerpo, el marcador corporal de mi cuerpo te sentía tan lleno de colores que solo puedo recordarte a blando y negro, reconocí en ti cada marca que la genética te dio, descubrí además las huellas de tu pasado, provenientes de batallas que solo tu vida reconoce, aprendí sobre la frágil sensibilidad que tu mi tan fuerte hombre posee. si supieras que mis dedos temblaban al sentirte sabrías que no quería tocarte, solo imaginarte. si supieras que estrujarte con pasión me hace sentirme dentro de ti, comprenderías mis torpes movimientos, si divisaras un poco que te convertías en fuente para mi conocerías que mi corazón llevaba mucho tiempo siendo un árido desierto.

Mis manos comprendieron tu piel como la tierna capa que cubre un durazno, a las caricias tu ser se erizaba y mi piel de manera inmediata reaccionaba a ello. No imaginas que placer ha sido sentir tus labios tibios, algo fríos y con sabor a polvo a falta de un beso con ganas de esas que dejan huella, sentir tu delgada figura y amarla con la misma fuerza con que se marcan tus huesos, recorre tu rostro y comprender que geométricamente le hallo forma, si supieras que sentir tus ojos como dos trazos rectos, me hace quererlo, sabrías que entre mis esquemas posee varias faltas.

Necesito decirte que aquella noche Morfeo no paso por mi como suele hacerlo de costumbre, mi tiempo amor se detuvo mientras sobre tu pecho escuchaba tu corazón. 

Te entendí, tan mío, tan yo, que no eras perfecto, tan frio y tan cauteloso, con un andar áspero, con polillas en los recuerdos, con silencios que gritan, con tantos sueños como tropezones en la vida, no posees estructura y el único plan en tu vida es vivir entre los planes que leí en tus relatos en donde los pesos no tiene gran peso. Tienes cicatrices en la piel el corazón y la memoria, y aunque ante ello no pueda generar yo opinión, quiero impregnarte un beso porque cuando ya no esperaba mas que amores baratos de orgasmos fingidos, tu has dañado mi plan, no se si por destino llevas las líneas en las manos bajo el mismo trazo de las mías, mas logro concluirte amor, que entre menos seas perfecto mas cautivas esta rebelde poeta, te llamo imperfecto porque eso soy yo, la imperfección total y siento que tu eres la copia mas parecida a mi que conozco, que caos es que llegues a mi vida así, que terror que te parezcas a mi, las ansias me devoran por este corazón que ante ti no se deja dominar, tu mi melodramática fortuna, eres un ser jodidamente imperfecto.