domingo, 17 de noviembre de 2019

Ay margarita!

Esa noche Margarita lloro incluso por esa vez en que sus zapatos viejos y gastados habían sido motivo de risa alguna vez en su colegio, entendió que después de la lluvia los campos se ven mas limpios, la vegetación en mas verde y de mejor manera florecen frutos así que se sintió tranquila y lloro. Esa noche no necesito de pijama ni del café matutino antes de dormir, ni siquiera miro el reloj, solo miro todo eso que alguna vez le dolió y aquello con lo que alguna vez pudo lastimar a los demás pidió perdón y se perdono luego de eso lloro un poco mas y se durmió.

A la mañana siguiente Margarita asustada un poco por la hora abrió los ojos, aparentemente sus largas pestañas eran de acero y sus ojos claramente pesaban, sus pies contra el suelo frió le aseguraban estar viva, luego la sensación de miles de hormigas le recorrió la espalda de abajo a arriba.

Un vaso de agua bajando por su garganta le afirmo que estaba recuperando el agua que el día anterior había perdido entre el llanto.

Frente al espejo la situación fue otra, sus parpados hinchados y sus labios quebrados le aseguraron una cosa, este como muchos otros tropiezos le dejarían una cicatriz, pero sin duda con ellos haría dos cosas; Seria noble y agradecida de la belleza que todos los dias el mundo le ofrecía para amar, seria mas hija del carajo cuando la hicieran dudar de nuevo de que esos motivos para amar no existen.

Ay Margarita, aquí vas de nuevo, forjandote de hierro.

Para pesares

Para pesares tengo toda esta alma enferma y hecha de tu nombre, vive como fantasma temeroso a los primeros rayos del sol y muere junto con la oscuridad en el punto final del alba.

Para pesares están hechas estas copas de vino arrojadas en el tapete, copas vacias y bebidas a sorbos lentos mientras recordandole eran empuñadas entre suspiros.

Para pesares esta la golondrina que posa sobre las ramas del árbol en el jardín, esperando granos de maíz y migajas de pan como cada mañana en que estabas aquí.

Para pesares esta el feo mantel de la mesa que aseguraste conjugaría con los colores de las paredes, allí sigue tendido como recordar que pese a mi necia voluntad siempre supiste como moldear mi opinión.

Para pesares en el fondo del ropero están un par de camisas viejas y un triste animal de felpa que pese a oler a polvo sigue esperando un abrazo.

Para pesares tengo versos mojados en el llanto y esta triste hoja como testigo de mis lamentos.

Para pesares reconozco que la tristeza empieza en el olvido y termina en insomnio, que se disfraza de oruga pero que no se transforma en mariposa.

Para pesares tengo un reloj en la habitación que suena fuertemente segundo a segundo, el tiempo parece letárgico entre segundo y segundo mientras el aire se hace tibio, tengo este silencio en mi cabeza y miles de palabras en mi boca con deseos de salir sobre el borde de tu oreja.

Para pesares reconozco tu existencia sobre la cama y en que estas aquí conmigo o al menos así me lo hacen creer algunos cabellos tendido sobre el edredón.

¡haces falta a la hora del amor! pero para pesares reconozco que hace mucho dejaste de ser quien eras y ahora mi lamento es recordarte como fuiste aunque ahora aquí durmiendo a mi lado seas una total extraña.

Caracter

Probablemente tras un amor cobarde existan los grandes valientes, tal vez haya la fuerza de sobra en tu alma y sin embargo de la ausencia de tu amor propio puedo ser testigo a la mitad del llanto.

¿Las sonrisas de la infancia donde han quedado?, te conformaste con el dragón mas barato de la historia, ese que en lugar de avivar el ardiente fuego de tu alma solo te ha ofrecido brasas llenas de ceniza.

Amar a alguien requiere del auto reconocimiento de los demonios y ángeles que con uno mismo viven, debes conocerles con el animo de saberles esconder, ser su entera amiga y aprender que incluso ellos tienen miedo, miedo de ti.

La perdida de tu propia coraza te ha dejado a la mitad de una batalla hecha de armas fabricadas de tu fragilidad, al juego te lanzaste sin colocar las barreras que te evitaran los propios daños y aqui estas derrotada una vez mas.

Corre como lo has hecho con cada uno de tus intentos por sonreír, huye de tu propia gracia y estrellate de una vez por todas con el carácter. Abrígate con acero y cartón si acaso es necesario, pero se valiente que tu destino necesita de ti. 

Cuando veo su sonrisa

Básicamente ella era como el desayuno del alma cada mañana, como frutas frescas se sentían sus besos, como el aroma del café que impregna la casa era su esencia.

Mi alma se nutria de su ser cada día, verle y comprender que el día seria indescifrable pero que al volver a ella mis dudas estarán resueltas. El modo de ver su piel mojada después del baño me ha dejado comprender que la pasión y el deseos son solo productos de la locura, de mi imaginación destellos recorriéndole con los ojos.

Me alimento de su presencia como si fuera manjar bendito exclusivo de dioses, ver y entender que de su anatomía de diseñaron nubes y cordilleras.

En su voz fuerza y fragilidad, y a mis oídos cantos de una ninfa.

Mirarla de lejos tiene en mi la sensación  de paz que me produce el ocaso luego de una largo día.

La extraño, la quiero cerca pero la prefiero lejos, le prefiero de lejos para admirarla entre la gente, oservarla animada entre sus ocupaciones y verla perfecta, memorizar en mi cabeza sus movimientos y la manera en que mueve las manos cuando habla.

Ver su sombra en el suelo es un juego de siluetas, vengo entendiendo que mi mene tiene miles de provhechos con su imagen, la invento como estrella, como magia o arena.

Si tan solo ella supiera que mi alma empieza su día cuando veo su sonrisa.

Lo que eres tu

En mi camino una maleta envuelta en plástico por si acaso se atraviesa la lluvia, unos documentos que me harán pertenecer a algún lugar, un poco de agua y tu.

Te he amado entre sueños y planes pero hoy lo hago entre mis polvorientas botas y el papel que se encuentra en mi libreta.

Tengo en ti mis anhelos y mi pecho no sabe disimular mientras te ahoga en un hondo suspiro, te cuelas en la parte tibia de la cobija y tu aroma parece desprenderse de la almohada.

Pareces mi cielo pero estas hecha de agua, eres lluvia vibrante, refrescante y gratificante a la tierra árida, necesaria a la sed de salvajes bestias, eso eres tu; pasión, gratitud y necesidad.