domingo, 8 de septiembre de 2019

Ella baila

A sorbos me he bebido su imagen como si con ello mi mente pudiera palpar su total sensualidad.

Entre destellos su cabello escondido se posa en su rostro queriendo asi enmarcar los rastros de su cara que le hacen dulce, pareciera que las luces juegan con su propio brillo y destaca entre una oscuridad que sin ella sería absoluta. 


Como acto involuntario su mano a tomado mechones de su cabello y lo ha reacomodado entre su madeja de seduccion, si acaso la mano que sostiene está copa pudiera tocarle estaría entre lo sublime de mi fuerza y mi deseo, entre ese mismo movimiento con que cabello a cabello cae tras su espalda, le veo allí entre la gente y le miró con sed, de su cuello se desprende ese sudor hecho lujuria, uno que probablemente al tacto sepa mejor que este licor.

En el asiento de este lugar he visto como la música parece hecha de ella, conoce cada compás y el modo tan ligero y fuerte en que debe moverse, le sirve de aliado su propio erotismo y vaya que lo contagia ahora que noto lo tibia de mi copa entre la mano.

Mirándole me ha llenado de dudas si acaso la misma melodia que tararea su boca es la misma en que mueve sus caderas, parece una mortal mas con una simple canción entre sus labios pero no es así, respira entre cada frase y su cuerpo parece actuar la pasión con que se encierran timbres bajos y altos entre la música. Parece ligera brisa pero de solo verla lo que siento es fuego.

Como detengo este modo de verle bailar si parece que esta construida de notas musicales, como le detengo si mirarle es un modo de imaginarle entre mis manos, sintiendo así su cadera, su espalda húmeda, sus enredados cabellos, del vapor que sale de su boca hacerme un propietario de besos. Le miró y sigue creciendo en mi el deseo, creo que quiero romper esa burbuja en la que baila y beber de su ser. 

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